Tras el final del status quo pactado tras los acuerdos de Yalta, en 1945, después de la autodestrucción de la Unión Soviética en 1991 por parte de la clase que hoy gobierna la Federación Rusa, grandes movimientos geoestratégicos y de competencia económica global agitan el mundo. El capitalismo en su fase imperialista se reajusta, después del dominio unipolar por parte de Estados Unidos en los años posteriores a la desaparición de la Unión Soviética, y la cadena que ya definiera Lenin que forma el capitalismo global se rehace entre grandes convulsiones crecientes.
Por un lado, Estados Unidos intenta por todos los medios mantener su dominación, frente a las nuevas potencias capitalistas que le ponen en aprietos en la competencia por los recursos naturales y el control militar o económico de los países donde estos se encuentran; por otro, China y la Federación Rusa intentan hacerse con el control de los territorios donde Estados Unidos está en retroceso,tratando, como la República Popular, de ponerse al frente de la defensa del libre mercado o, como Rusia, implicándose militarmente en sus países aliados para asegurarse un buen lugar en la pole position de los graves conflictos que están por llegar.
La Unión Europea lucha por seguir la estela de estas potencias buscando, de momento, un equilibrio entre el apoyo a su antigua cabeza político-militar, Estados Unidos, pero sin quitar el ojo al resto de potencias, para mantenerse al acecho ante cualquier cambio.
Mientras tanto, esa brutal competencia económica también se expresa en la explotación de la fuerza de trabajo, cuyo coste en las antiguas potencias capitalistas es insostenible para ellos ante las condiciones ínfimas que tienen los trabajadores chinos o rusos, por no hablar de otras potencias emergentes como India o Brasil. Ante la necesidad, según la bárbara lógica capitalista, de competir entre ellos, en Estados Unidos y Europa la represión se acrecienta, intentando poner sobre la espalda de la clase obrera el coste de la lucha interimperialista entre los eslabones de la cadena capitalista.
No se trata, por supuesto, de los caprichos de la burguesía estadounidense, china o rusa, sino de las condiciones indefectibles del capitalismo, sus reglas intrínsecas de funcionamiento. Algo que ya demostraran en sus escritos y enseñanzas los grandes líderes del movimiento comunista internacional, desde Lenin, hasta Stalin o Mao, además de otros muchos que llenarían este pequeño texto de nombres gloriosos.
Los trabajadores solo tienen un camino para hacer frente al destino reservado para ellos por la oligarquía capitalista: el de la lucha. Ante el futuro de convulsiones en el enfrentamiento por el nuevo reparto del mundo y el control de los recursos entre las potencias capitalistas, en el combate económico, político o, incluso, militar, por ocupar puestos más altos en la cadena imperialista que une a todos los estados sometidos a la dictadura del capital, la organización de la clase obrera para enfrentarse a los parásitos de cada estado, el internacionalismo para poner por encima los intereses de los hermanos de clase de cualquier pueblo frente a los de la burguesía local o internacional, es la única solución.
Damos la palabra, para terminar, al líder de la Revolución que cambió el mundo hace 100 años y que probó que los trabajadores no necesitan de los parásitos capitalistas para construir una sociedad mejor, Vladimir Lenin, con motivo de la cercanía del 1 de mayo, día de la lucha de la clase obrera por su emancipación, palabras que en la Red de Blogs Comunistas hacemos nuestras:
"Se acerca el Primero de Mayo, día en que los obreros de todos los países conmemoran su despertar a una vida con conciencia de clase, su solidaridad en la lucha contra toda violencia y toda opresión del hombre por el hombre, en la lucha por liberar a millones de trabajadores del hambre, la miseria y la humillación. Dos mundos se alzan frente a frente, en esta grandiosa lucha: el mundo del capital y el del trabajo, el mundo de la explotación y la esclavitud, y el de la fraternidad y la libertad.(...) sólo el proletariado conciente y organizado podrá asestarles el golpe de muerte. Sólo el proletariado consciente y organizado podrá conquistar para el pueblo la verdadera libertad, no una libertad falsificada. Sólo el proletariado consciente y organizado podrá desbaratar todo intento de engañar al pueblo, de coartar sus derechos, de convertirlo en mero instrumento en manos de la burguesía. ¡Camaradas obreros! ¡Preparémonos con redoblada energía para el combate decisivo que se acerca! ¡Que se estrechen las filas de los proletarios socialdemócratas! ¡Que su voz se propague con amplitud cada vez mayor! ¡Que la agitación en torno de las reivindicaciones obreras se despliegue cada vez con mayor audacia! ¡Que la celebración del Primero de Mayo atraiga a nuestra causa miles de nuevos combatientes y engrosé nuestras fuerzas en la grandiosa lucha por la libertad de todo el pueblo, por la emancipación de todos los trabajadores del yugo del capital!"
¡Viva el 1 de mayo, día de la lucha de la clase trabajadora por su emancipación!
¡Por un 1 de mayo combativo e internacionalista!
¡Por una clase obrera organizada, antimperialista y revolucionaria!
RED DE BLOGS COMUNISTAS (RBC)
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