es una publicación impresa mensual que busca apoyar y difundir las luchas populares, tanto de Chile, donde se putlica, como en el mundo. De tal forma, busca interpretar los hechos de actualidad, poniendo su grano de arena para elevar el debate ideológico y político con el fin de transformar nuestra sociedad.
La Red de Blogs Comunistas (RBC) quiere publicar aquí dos de los artículos aparecidos en su último número (septiembre 2016), ambos propuestos por su redacción.
El primero, sobre las luchas del pueblo mapuche desde una perspectiva de clase, "La lucha y resistencia mapuche muestra el rostro de clase del viejo Estado" (Diario El Pueblo, nr.51, septiembre de 2016), en el que se analiza como la lucha mapuche implica la lucha contra el estado capitalista chileno, y su ejemplo repercute en las luchas de los trabajadores de este país.
El segundo, la editorial del periódico, "
La lucha y resistencia mapuche muestra el rostro de clase del viejo Estado" (Diario El Pueblo, nr.51, septiembre de 2016), en el que se describe como en Chile las dos mayorías parlamentarias, (Nueva Mayoría y Chile Vamos) actúan en realidad como "un Partido Único", defensores del estado surgido sin solución de continuidad de las entrañas de la dictadura pinochetista.
La lucha y resistencia mapuche muestra el rostro de clase del viejo Estado (Diario El Pueblo, nr.51, septiembre de 2016)
La lucha mapuche, por tener como demanda fundamental la conquista de la
tierra, logra develar de mejor forma el
verdadero carácter de clase del Estado.
Carácter que, lejos de representar el “bien
común”, representa los intereses de una
mínima parte de la población.
El Estado es el instrumento de poder para
la dominación de clases, el gobierno es la
administración del Estado.
Desde su origen, el Estado de Chile ha representado los intereses de clase de latifundistas, luego del imperialismo (capitales monopólicos extranjeros) y de la gran
burguesía. En cuanto a su forma de gobierno, a veces muestra una careta demoliberal, que en lo fundamental implican
elecciones y parlamento. Otras veces, una
cara fascista que principalmente es la corporativización (control) de las organizaciones de masas, mayor centralización del
poder y eliminación de las instituciones
de representación demo-liberal. Es decir,
la forma de gobierno puede cambiar manteniendo intacto el tipo de Estado.
Un ejemplo de lo anterior es el cambio del
gobierno de Pinochet y la junta militar
fascista al gobierno de Aylwin y la Concertación, hoy Nueva Mayoría. Pinochet
lideró un gobierno que corporativizó las
organizaciones del pueblo, aplastó la organización sindical y poblacional, generó
las condiciones para implementar un programa de gobierno que atentaba contra
cada derecho del pueblo y reprimió duramente a quien se le opusiera.
Con la Concertación se rehabilitaron las
instituciones burguesas de representación, tales como el parlamento y la elección de cargos que antes eran designados,
como por ejemplo los alcaldes. Pero eso
no alteró el carácter de clase del Estado,
pues se siguieron aplicando las mismas
políticas antipopulares disfrazadas de
democracia. La Concertación, tal como la
junta militar fascista, continuó al servicio
de latifundistas, imperialistas y la gran
burguesía.
Hoy la Nueva Mayoría, hija bastarda de la
Concertación de la que nadie quiere hacerse cargo, demuestra que en la Moneda siguen mandando las mismas clases
sociales explotadoras. Veamos algunos
ejemplos.
La Mesa de Diálogo en territorio mapuche busca legitimar la represión
El 7 de julio se realizó una reunión en
que se daba inició a la Comisión Asesora
Presidencial para La Araucanía, más conocida como la “Mesa de Diálogo”. El llamado “Comité Político” se apersonó en la
ocasión, representado por los ministros
Marcelo Díaz (PS) de la SEGEGOB, Nicolás
Eyzaguirre (PPD) de la SEGPRES, Mario
Fernández (DC) de Interior y Rodrigo Valdés (PPD) de Hacienda (PPD) y pusieron
la pauta de lo que ha sido la mesa. También
se nombró al
obispo de Temuco, Héctor
Vargas, quien
oficia como
“facilitador” de
la mesa, aparentando un
velo de imparcialidad y que
la acción del
gobierno tiene
buenas intenciones para el
pueblo mapuche.
En muchas
ocasiones se
han levantado mesas de diálogo con el
objetivo político de frenar la lucha mapuche, legitimando la represión estatal y
desviando la lucha hacia demandas burocráticas, para que no se toque ni un pelo
de los intereses monopólicos.
Algunos asistentes de la mesa, plantearon
la idea del reconocimiento constitucional
de un Estado “plurinacional”, con representatividad parlamentaria y con medidas que fomenten la comercialización de
productos originarios de la zona.
Otros están a la expectativa del pedazo de
la torta Estatal que puedan obtener por la
vía burocrática, tales como las organizaciones agrupadas en una supuesta mesa
paralela, llamada Trawun, la cual es liderada por el alcalde Juan Carlos Reinao (ex
CAM). Reinao declaró: “nosotros hemos
analizado las distintas instancias de diá-
logo, siempre hemos estado disponibles
para el diálogo [...] hoy seguimos con la
misma situación, estamos disponibles
para el diálogo, pero si creo que este tema
del conflicto mapuche, que tiene un contexto histórico, no estamos disponibles
para improvisar” o sea no la rechazan si
se hacen algunos arreglos.
Mapuches secuestrados
Voceros mapuche han calificado de “secuestrados” a los 11 detenidos por el caso
denominado Luschinger Mackay. Y ¡claro!,
pues el carácter del juicio quedó aún más
en evidencia con la caída de las pruebas
de la fiscalía contra los comuneros, cuyo
fiscal Chiffelle no tuvo más que reconocer
que no tiene las supuestas grabaciones
de conversaciones de los imputados el
día del incendio. A esto se suma el hostigamiento a la abogada de la Defensoría
Penal, Manuela Royo, la que denunció la
ausencia de imparcialidad por parte del
fiscal acusador -Alberto Chiffelle-, acusándolo de racismo y discriminación. Los
mismos comuneros han denunciado la
total parcialidad con que actúa la Defensoría, donde los abogados que sostienen
los principios de justicia y defensa de derechos de los mapuche, son hostigados y
amedrentados.
Dirigentes detenidos
El caso más reciente es el de Rodrigo Curipan, werken de Lof Rankilko, donde la
Defensoría no le avisó que debía presentarse. En menos de 24 horas fue detenido
en Temuco con gran despliegue policial.
La fuerte escolta policial lo entregó como
si fuera un “trofeo”, al igual como le había
sucedido en detenciones anteriores en
Angol y Collipulli. Otro caso fue la desaparición y tortura de Víctor Queipul, lonko
de la Comunidad Autónoma de Temucuicui.
Estos hechos son parte de cómo se expresa el problema de la tierra en nuestro país.
Evidencia que la contradicción se agudiza
entre latifundistas (de viejo y nuevo tipo)
y el pueblo que lucha por tierra para vivir
y trabajar. Problema que existe en el resto
del país, pero que en esta zona se expresa
de forma más aguda por la activa y creciente resistencia levantada por el pueblo
mapuche. Recordemos que en Chile la alta
concentración de la tierra está en manos
de capitales extranjeros, tales como la
yanqui Dole; de la gran burguesía, como
en el caso de Matte (forestal Arauco) y
Angelini (CELCO) y latifundistas como
Ariztía. Son los mismos monopolios los
que se coluden y financian a políticos corruptos que luego sirven a la represión
del pueblo.
Por ello, la resistencia y lucha mapuche
es una de las más avanzadas de nuestro
pueblo. Por su persistencia, organización,
coraje, aprendizaje y forja repercute en
las otras luchas del pueblo. La anhelada
autodeterminación del pueblo mapuche
no se conseguirá nunca bajo este viejo
Estado, porque eso implicaría renunciar a
su carácter de clase. La avaricia monopólica no sabe de ninguna consideración y al
contrario, no tiene escrúpulos en chupar
la sangre del pueblo trabajador, tal como
deja en evidencia el sistema de las AFP.
El único camino del pueblo es la lucha
revolucionaria y la unidad de todas sus
demandas en un único torrente, esa es la
tendencia que se palpa hoy en las calles y
caminos de nuestro país.
El Partido único cuida el legado pinochetista (Diario El Pueblo, nr.51, septiembre de 2016, pág, 2)
En lo que va del 2016, las movilizaciones
de las masas han demostrado que en Chile, los dos conglomerados (Nueva Mayoría
y Chile Vamos) actúan como un Partido
Único. No hay ninguna demanda popular
que no encuentre a estos dos compinches
tomados de las manos para defender las
leyes más pinochetistas.
En materia laboral, el Partido Único Nueva Mayoría/Chile Vamos implementó la
nueva Reforma
Laboral que atenta contra
los derechos de los trabajadores, hasta al
punto de obligarlos a trabajar cuando están en huelga. Lo que facilitó esta medida
fue contar con el beneplácito de la dirigencia de la CUT, que hasta el momento se
ha mantenido en el más absoluto silencio
y sólo ha hablado para decir que en materia laboral, “Bachelet ha hecho avances”.
En el territorio mapuche, el Partido Único
ha salido en defensa resuelta de los intereses de grandes terratenientes y combate a los mapuche, auténticos dueños
de las tierras. En el sur de Chile, el viejo
Estado ha traspasado millonadas para
comprar tanques, drones, armas, etc., así
como también para detener, hacer montajes, secuestrar y botar las casas de los
comuneros con retroexcavadoras. Mientras Chile Vamos dice que los comuneros
mapuches son terroristas, desde la Nueva
Mayoría los tratan como delincuentes. De
esta forma se coluden para criminalizar la
justa lucha por la tierra y defender la propiedad terrateniente.
En educación, después de las promesas
de gratuidad con las que la Nueva Mayoría traficó para ganar la elección, la misma ministra de educación ha dicho que
no se puede conceder, que no hay dinero, etc. Coinciden en los hechos con Chile
Vamos al ponerse contra los estudiantes.
Revolución Democrática (que de revolucionarios y democráticos no tienen nada)
posó aparentemente al margen de este
Partido Único, pero pronto acomodaron a
G. Jackson y los suyos en el mismísimo Ministerio de Educación, desde donde reprimieron a los estudiantes como en el 2011.
Además, se gestó un nuevo golpe al profesorado y a los estudiantes, al proponer la
reducción de la asignatura de Filosofía en
tercero y cuarto medio.
Respecto a las AFP, el Partido Único concuerda que estas no deben cambiar en
nada. Ha sido el mismo creador de las
AFP en Chile, José Piñera, quien ha dicho
que Bachelet no ha borrado
una coma del sistema AFP y
ha sido ella misma quien, por
cadena nacional, ha ratificado
que las AFP se mantendrán.
Es así como en Chile queda
cada vez más clara la contradicción entre el pueblo y quienes se coluden para administrar el viejo Estado. Y en esta
contradicción es el pueblo el
que tiene la razón y una brillante perspectiva, mientras
que las clases opresoras que
gobiernan sólo representan
podredumbre, lo que se debe
enterrar para siempre.
Este 24 de agosto se dio inicio
a las campañas del circo electoral en medio de una de las
mayores crisis de las instituciones políticas del viejo Estado y su tropa de sinvergüenzas. Crisis que ha aumentado al salir a la
luz que Chile Vamos y la Nueva Mayoría
defienden un programa pinochetista, lo
que se explica porque sus campañas son
financiadas justamente por pinochetistas.
Las boletas falsas demuestran como unos
y otros iban a pedirle dinero a Ponce Lerou (yerno de Pinochet), situación en la
que al falso progresista MEO le enrostraron “ir a pedirle dinero al asesino de su
padre para financiar su campaña”.
Frente a esta crisis de la política burocrá-
tica y electorera, surgen los oportunistas
que quieren aprovechar la movilización
de las masas para levantar sus candidaturas, tal como en el 2011 lo hicieron C.
Vallejos, G. Jackson, G. Boric, I. Fuentes,
entre otros. Pero tal como ellos, los nuevos “independientes” no servirán al pueblo y a sus luchas, sino que al contrario,
servirán al viejo y podrido Estado. Estos
“independientes” buscan hacer creer que
votar es una forma de lucha y con campa-
ñas electorales intentarán desmovilizar al
pueblo. Así y aunque los electoreros hablen en contra de la Nueva Mayoría y Chile Vamos, en realidad le sirven como fuerza auxiliar, dando oxígeno a este cadáver
insepulto que es el viejo Estado. A cambio
de ello recibirán sus migajas.
Particularmente en Chile tenemos experiencias de sobra para demostrar que con
las elecciones nada logra el pueblo, que
las elecciones sólo le sirven a los ricos y a
sus lacayos. Si no, ¿Por qué la prensa que
nunca muestra ninguna movilización ni la
verdad y oculta los crímenes de Estado, es
la misma que insiste tanto en ir a votar?
¿Por qué los locales de votación son tomados días antes por los militares? ¿Por
qué durante las elecciones “tan democrá-
ticas” se prohíbe por ley que las personas
se reúnan?
En distintos puntos del país, las masas
dan muestra de que quieren organizarse y lo hacen de manera realmente democrática: en centros culturales, clubes
deportivos, grupos musicales, marchas,
etc. Y ya en ese nivel, aun pequeño de organización, Carabineros les controla la
identidad, mientras la Municipalidad y las
ONG’s le ofrecen un proyecto a cambio de
una personalidad jurídica, buscando que
su accionar siempre sea dentro de la legalidad. La legalidad de ricos. Es decir, aun a
ese pequeño nivel de organización, el Estado ya nos asfixia.
Por lo tanto, es necesario aumentar el nivel de organización para elevar los niveles
de lucha. Para organizarnos no necesitamos pedirle permiso a nadie e incluso en
los pequeños niveles, ya debemos considerar que el viejo Estado y los oportunistas que le sirven son enemigos del pueblo.
Solamente de esta forma avanzaremos,
porque confiar en las elecciones es seguir
confiando en los mismos que nos han engañado y se han reído de nosotros durante décadas